Yo y tú rejuveneciendo como dos gatos por encima de los tejados del mundo entero.
Tú intentando rememorar con calma enamoradiza la coherencia en tu guitarra.
Yo probando de acallar mi pudor con la voz sin mucho éxito.
Todos ellos ajenos al triunfo de la belleza de nuestro momento desnudo.
Las notas sueltas, asonantes, arrítmicas también son preciosas si están enredadas a tus dedos, mis oídos y nuestros órganos torácicos.
foto: marco antonio raya |