16 dic 2011

Iberia

Se despertó ese día con ganas de volar.
Se quitó el antifaz de terciopelo azul mientras se incorporaba en la cama y, tras unos segundos contemplando el vacío y construyendo en él con sus ojos un futuro mejor, giró la vista hacia el cadáver de su marido, que yacía junto a ella en la misma posición que la noche anterior.

1 comentario:

A Solas Con Lucía dijo...

Microcuento chino¿? Ya me explicarás... que le de el doble sentido ;)