Cadera y ombligo, un nudo, un mapa. Donde quiera que tú
vayas tus pasos serán los míos. Soportando ver la vida pasar a un ritmo el
doble de lento, pero entendiendo que nunca podrás faltar.
Nos llamarán deformes, pero será envidia tosca de saberse uno. Porque nunca
estarán tan unidos con nadie como tú y yo.