ojalá, pensé , todos esas pupilas nocturnas que reflejan la única luz de la ciudad, la mía, hubieran sido cámaras
me hubiera ahorrrado toda la parafernalia de cojerme el rabo y apretarlo
porque ya estaría descorchado por la presión de mis huevos exhibicionistas,
porque ya no tengo polla
ella me tiene a mi
y me siento en el alfeizer
con las piernas abiertas
y consigo, en una maniobra de contorsión imposible, llegar al rabo, mas duro que el propio cemento que viola mi culo, con la lengua
y mientras lamo mi capullo empapado
las mariposas de lefa saltan hasta mi pelo
revoloteando
haciendome sentir
un animal que solo necesita alimentarse de sí mismo,
y en la vorágine de los olores,llena de manchas inocuas que se adhieren tanto a la piel
como un tatuaje de vidrios diminutos,
en ese mometno en que los tentáculos ajenos entran por la ventana
y me elevan hasta el techo
palpitando en cada resquicio de la humanidad que queda en mi cuerpo
es cuando, por uno segundos, dejo de hablar porque no me acuerdo de como se hace
y, gastado mi semen, solo puedo orinar en mi boca
en mis piernas
en mis orejas
y en mis brazos
intentando aprovechar
cada milímetro cúbico
de las sustancias internas que me conforman
y por la uretra
voy sacando todo lo que soy
hasta que mi propio sexo sale por ella como un calcetín dado la vuelta
y cuando los vecinos se atreven a mirar de nuevo
solo ven una mancha de mil colores en el suelo de mi piso.
2 comentarios:
Me encanta esa escritura animal.
Grrroaaarr
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