Nudo en el pescuezo. Me siento como un pato cebado a base de mierda, penas y angustias. Lloro hasta perder la cabeza y resurjo del agua salada cual Venus que, en lugar de concha, tiene un colchón de látex. “Ves, tonta… ¡Si no es nada! Unas lagrimillas, unos sollozos, y ya te calmas. ¡Eres una exagerada!”.
Cada cierto tiempo me desmiembro y me soldo, me pego fuego y me extingo, me derramo y me barro, me hundo y me salvo.
Así muero y nazco.
Y todo vuelve a empezar.
nat.
3 comentarios:
Me encanta la relación texto-imagen!
Erase and rewind... again, again and again.
Y ahí etamos!
Mudar de piel como las serpientes, perdiendo el tacto áspero. La suavidad de la esperanza que da pensar que esta vez será mejor que la anterior
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