Pequeña criatura de jabón y piel,
incendios de nieve me han delatado.
Lloré frente a Morla sin ti a mi lado
soplando en mi nuca tu recuerdo fiel.
De haberlo sabido, que amarga la miel,
aún a sabiendas me hubiese arriesgado
a robar la luna del cielo apagado y
ver en el oscuridad que solo soy hiel.
Y no se salva el odio eternamente
ni se trata de morir o de matar.
Hoy es el momento de ser valiente y
aceptar que en cualquier otra parte estas
despertando con otra cabeza durmiente
y diciéndole que es caprichoso el azar.
2 comentarios:
De lo mejorcito que has escrito, cariño.
lofyou.mucho.
qué bonito...
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