Peregrinación, cogidos de la mano, hacía el borde
de esa costra formada durante un ciclo completo. Nos asomamos y celebramos la bonita
herida acumulada.
Arrancar. Enterrar. Renovar.
Tú, sin pausa, has estado recolectando musas para
hacernos con sus tripas un escudo. Yo aprendo a coser para engañar a las parcas;
ahogarlas con su propio hilo si se acercan demasiado.
Clavaremos doce agujas en las yemas de nuestros
dedos para hacer crecer el callo. Caricias ásperas para tiempos duros.
Soplar cenizas y tragar burbujas. Soltarte la melena,
rodar hacía ninguna parte. Eh, chicos, pero no dejéis de rodar (si te quedas
quieto serás un blanco fácil).
Ha llegado la hora; saca la escasa plata a relucir y
barniza la trinchera para nosotros y los nuestros.
Hemos vuelto, nunca nos fuimos, estamos preparados
para el siguiente asalto.
¿Quieres más? Yo sí quiero.
4 comentarios:
¡Feliz Año Nuevo! Hay que seguir tatuándose la vida. Besos.
¿Quién podría no querer más?
Solo alguien que no supiera de la posibilidad de la luz, las agujas y el tiempo que queda por venir.
Por supuesto.
Hermoso
Muchas gracias a los 3, es un honor saber que estáis. ¡Seguimos!
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